¡Nos mudamos!
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La riqueza no consiste en tener grandes posesiones, sino en tener pocas necesidades. – Epicteto
Lo mejor que puedes hacer es vivir afuera, estés en el país que estés. Cuando te encuentres allí, en ese lugar que elijas, cualquiera que sea, te vas a dar cuenta que estabas viviendo en tu pequeña burbuja.
Donde todos esos problemas que pasaban en tu mente eran relativos, como la forma de vivir, como las costumbres, las modas.
Que no importa en donde hayas vivido, en otro lado esas verdades son relativas. ¡Qué relativa es la realidad!. Comparar el sueldo, la felicidad, las condiciones de vida, todo es relativo.
¡Así que vete! Siente lo que es estar solo con gente que ni conoces, descubre todo lo nuevo que veas, registra todo en tu mente, no te demores, no lo pienses demasiado, solo vete.
Cobijarse en todos estos nuevos ideales a los que tienes derecho, esas ayudas que mereces, esas causas a las que sumarte para ser tu mejor versión y otras de esas golosinas que tanto consumes… ¿Sobre cuántas de esas cosas tienes una opinión propia y fundada? ¿Y cuantas son meros automatismos?
Tener espíritu crítico no significa estar enfadado y protestando, se trata de cuestionarse las cosas para encontrar tu propia visión. Es decir, ocurre en tu cabeza, no en tus redes. Pereza.
Visto en En el ojo ajeno: El humanismo barato
Bodhidharma, fundador del budismo Zen, pasó nueve años meditando en una cueva completamente a solas.
Su perseverancia por conseguir la iluminación divina fue tan grande que estuvo un total de tres mil días meditando, inmóvil, sin moverse.
Esto provocó que sus extremidades se atrofiasen y se le cayeran los brazos y las piernas. En representación de esa historias se creó el daruma.
Este amuleto japonés nos ayudará a conseguir un propósito medible que se pueda conseguir gracias al esfuerzo y dedicación.
Primero se pinta su ojo derecho, mientras se piensa en ese propósito, y una vez se haya conseguido, se pinta el otro ojo.
Debe dejarse en un lugar visible, para que cuando lo veamos con un solo ojo, recordemos aquello que nos hemos fijado como objetivo y nos dará fuerzas para seguir trabajando.
Visto en yorokobu
Durante la dinastía Tang (618 – 907 d.C.), los monjes budistas de China, pintaban círculos en tinta sobre papel como parte de sus ejercicios espirituales, con la finalidad de entrar en un estado de no-pensamiento o de meditación.
Posteriormente en Japón, los mojes Zen también adoptaron la caligrafía y la pintura a tinta dentro de la práctica y enseñanza espiritual. Reconociendo en la pintura del Ensō (círculo en japonés) la expresión del todo y de la nada, de lo finito y lo infinito, del Cielo y de la Tierra, del aquí y el ahora, del vacío y la plenitud.
Al igual que la vida y la muerte, el círculo se expresa en un soplo de tiempo, que prosigue más allá de los sentidos.
Ziqi de Nanbo viajaba por las colinas de Shang cuando se encontró con un árbol enorme. Se maravilló de ello, porque los caballos de mil carros podrían haberse refrescado a su sombra. “¿Qué tipo de árbol es este?” dijo Ziqi. “Debe ser de un material inusualmente fino”.
Al mirar sus ramas, vio que estaban demasiado retorcidas y nudosas para ser utilizadas como vigas o pilares. Al mirar su baúl, vio que estaba demasiado manchado y partido para ser usado como ataúd. Picaba y apuñalaba la lengua cuando lamía y enloquecía y embriagaba la mente durante tres días cuando se olía. Ziqi dijo: “Resulta ser un árbol sin valor y, por lo tanto, ha podido crecer tan enorme ...”
Entonces Ziqi suspira y dice: “¡Ah! ¡La gente de espíritu depende de esta inutilidad!”
Texto extraido de La inutilidad como camino hacia la realización
Un curso “anti-coaching” donde al final te des cuenta que no eres el dueño de tu destino, tu existencia es insignificante a gran escala y el consumismo es lo que te ha mantenido haciendo cosas que odias y en un constante estado de insatisfacción
Visto en Twitter
-Habló Siddharta:
-¿Qué puedo decirte, venerable amigo? ¿Quizá que buscas demasiado? ¿Qué por tanto buscar no encuentras nada?
-¿Cómo es eso? -preguntó Govinda.
-Cuando alguien busca -dijo Siddhartha-, suele ocurrir fácilmente que sus ojos sólo ven la cosa que anda buscando, que no puede encontrar nada, que no deja entrar nada dentro de él, porque siempre está pensando en la cosa buscada, porque tiene un fin, porque está poseído por este fin. Buscar significa tener un fin. Pero encontrar quiere decir ser libre, estar abierto a todo, no tener un fin. Tú, venerable, quizá eres en realidad un buscador, pero aspirando a tu fin no ves muchas de las cosas que están cerca de tus ojos.
Fragmento del Libro Shiddartha de Hermann Hesse.
Es un término estético japonés que describe un tipo de visión estética basada en «la belleza de la imperfección»